Por Ignacio Suárez
ESPN.com
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IMP.
MÉXICO -- El martes pasado el Atlante cumplió veinte años de haber conseguido su segundo título en su historia; aquella sorpresiva y contundente victoria lograda en la casa del Monterrey. Eran otros tiempos, otro Atlante.
Aquel equipo tenía hambre de triunfo, el actual Atlante debe tener hambre, pero una hambre distinta, hasta ese martes, el plantel cumplía dos meses sin que recibir su sueldo. Aquel Atlante no tenía deudas ni con su futbol, menos con su afición. El plantel del Atlante de hoy tiene muchas deudas, muchos de sus jugadores deben rentas, colegiaturas, tarjetas de crédito eso sin contar los adeudos de buen futbol.
Coincidencias del destino o no, un jugador de aquel Atlante que se coronó, aquel lejano sábado 29 de mayo de 1993, disfrutó de un nuevo título, sólo que ahora como Director Técnico. Miguel Herrera, fue parte fundamental de aquel Atlante que dirigiera La Volpe junto a Félix Fernández, Alan Cruz, Raúl Gutiérrez, Mario García, Wilson Graniolatti, "el profe" Cruz, René Isidoro García, Manuel Negrete, Guillermo Cantú, Daniel Guzmán, Luis Miguel Salvador, Andrade, Masachesi y varios héroes más.
Aquel Atlante era un equipo pobre en presupuesto y grande de espíritu. El Atlante de hoy es simplemente pobre en todo. A veinte años de haber logrado su segunda estrella, hoy luchará por sobrevivir en el máximo circuito una tarea que no será nada fácil.
Su máxima estrella, Esteban Paredes fue vendida, a su mejor jugador del torneo pasado el portero Villalpando lo dejaron ir al Puebla y es que este Atlante para vivir siempre ha tenido que vender y no les ha ido nada mal; Bermúdez, Muñoz, Osvaldito, son hoy miembros del plantel campeón; el América, pero este Atlante se ha quedado en los huesos.
Muchos se preguntan dónde está el dinero que les adelantó la empresa de televisión que solo los trasmite por Sky y que los tiene hipotecados, se preguntan también que se hizo del adelanto monetario que les dio el gobierno de Quintana Roo por conceptos de publicidad del Estado y por la garantía de permanencia en Cancún por cinco años. Sólo ellos sabrán si lo gastaron o malgastaron, lo cierto es que este atlante tiene una tarea titánica enfrente en medio de celos profesionales y pugnas entre los hijos de Miguel Angel Couchonnal y José Antonio García.
Hoy se tiene que terminar con esas pugnas y unir fuerzas y experiencias para tratar de sobrevivir. Por cierto; ¿Quién dijo que veinte años no es nada?
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